Hoy me pintó hablar de orgasmos...
- Feña
- 7 may 2020
- 4 Min. de lectura
¡Las invito a compartir sus experiencias! Que a todas nos sirve leernos <3 :)
Ya van años de romper tabúes, de auto explorarme y explorarme en pareja, de probar y desaprender maneras que sentía impuestas para que algo "funcione" en el sexo. Ya van años que dejé la lista de "cosas por probar" que sentía que era necesario rellenar para luego sentir que ya podía tranquilizarme sexualmente, para en algún punto, darme cuenta que los seres humanos somos insaciables, que aunque probemos todo lo habido y por haber, siempre queremos más si es que lo dimensionamos en términos de cantidad. Cuantas posiciones probé para buscar tener el maravilloso y nombrado y aclamado orgasmo de punto G sin ninguna sensación siquiera de acercarme a algo. Creo que fueron años que sentí que mi cuerpo no respondía a lo que mi mente impulsaba. Pensaba que todas tenían orgasmos a cada hora y yo no lograba nada, más presión, más probar cosas y menos resultados. Frustrante. Un día decidí hablarlo. Bendita comunicación. No era la única! Éramos cientos, miles de mujeres en la misma situación. Todas las revistas proponían soluciones super simplificadas para tener un orgasmo y nada. Yo le creía todo a la Cosmopolitan. La seguía religiosamente. Tenía docenas de ediciones guardadas y quien me preguntara de sexualidad, yo tenía respuestas para todo. Una biblioteca sexual y en la práctica, nada de eso me servía.
Ya no se trata de cuánto pruebo, si no la calidad de lo que pruebo, haciendo mis relaciones más profundas, sobretodo la mía conmigo misma, la comunicación, la respiración, la conciencia del presente han sido herramientas clave en este proceso, y con ello, han llegado en oleada todo tipo de orgasmos nuevos que jamás pude experimentar antes por más que encontrara las más exóticas posiciones, los productos más eróticos y que prometían más placer, los hombres más cachondos, las fantasías más recónditas en mi mente.
Se ha abierto un portal de distintos tipos de orgasmos que la gran mayoría de las veces, si no todas, comienzan con un reencuentro conmigo misma y una exploración de mis propias zonas erógenas, ritmos, presiones y pura prueba y error, amor y a veces incluso frustración.
Cuando tuve mi primer orgasmo de punto G... que momento de alegría y goce! Ni siquiera por el placer que me llenaba el vientre, si no por saber que para llegar a eso fueron años de volver a sentir mi cuerpo, de volver a escucharlo y aprender a tocarlo con amor. Que la dureza no era sinónimo de efectividad, ni rapidez, ni calidad, aunque a veces el sexo salvaje puede ser lo más sanador que existe y tengo que reconocer que me he reconciliado con eso también para integrarlo a mi vida y sacarle el jugo a todo el lado animal que tenemos y que tampoco es sano omitir.
Hace unos meses conocí a una pareja. Dueños de un sexshop. Maravillosas personas y grandes amigos hoy en día. Les conté que estaba experimentando sentir un orgasmo cervical. Dentro de los tipos de orgasmo, este muchas veces es catalogado como el más intenso porque existen 3 terminaciones nerviosas que unen el cervix al cerebro, a diferencia del clítoris que tiene 1, activando el nivel de placer del cuerpo completo a niveles que me han hecho llorar de emoción y liberación. Me recomendaron comprar un consolador, fue rosado, el único que les quedaba, super moderno. Para mí, el Iphone de los consoladores. y así empezó mi aventura.
Ayyy que manera de tener paciencia, creo que llegué a estar hasta más de una hora estimulando el cervix sin sentir mucho. Desesperando a ratos, deteniéndome a respirar y bajar el nivel de frustración que aparecía con el paso de los minutos. Hasta que de repente, una vibración super sutil. En ese momento lo fue todo. No necesitaba más que esa señal. Seguí estimulando ahí mismo, seguí, el hormigueo aumentaba, aumentaba, cada vez más sensible y mi cuerpo comenzaba a temblar hasta que llegó! Todo el cuerpo en una catarsis en que perdí la noción del tiempo. Y fue muuucho ratoo, y fue maravilloso. Fue como el premio a la paciencia y a la escucha de mi cuerpo. Recuerdo que hasta el día siguiente seguí con ese vibrar orgásmico en todo mi cuerpo. Saltaba, les conté a tooooodos los que me cruzaba esos días que tuve un orgasmo cervical jaja. Fue mágico. Y así como así, cada vez se ha hecho más simple. Mi cerebro ya creó las conexiones neuronales que lo hacen cada vez algo más simple y ya entro en esos estados de meditación y catarsis con plena soltura y entrega.
Siento que las mujeres tenemos tanto que contar, tanto que soltarnos, tanto que compartir, tanto que NATURALIZAR nuestros cuerpos, nuestros placeres, nuestra propia VOZ. Quizás muchas veces eso comenzará por facebook, detrás de una pantalla, y ya es algo, eso solo ya puede marcar la diferencia. Eso solo puede ser el paso que necesitamos dar para los grandes cambios.
Y las invito a hacerlo. Adoro leerlas, me encantaría seguir haciéndolo cada día <3 <3




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