Sexo en molde ¿Sexo estándar para cada vez?
- Feña
- 7 may 2020
- 5 Min. de lectura
Probar lo mismo, ser la misma con cada persona, por no querer salir de la imagen que me he formado de mí misma.
Si me he creado la imagen de introvertida, no querer romperla tomando la iniciativa o siendo la seductora.
Si me he creado la imagen de ser fuerte y poderosa, no atreverme a ser más sumisa, a fluir, rendirme.
Si me he creado la imagen de espiritual o santa o Diosa celestial, no atreverme a probar algo más salvaje.
O si me hemos creado la imagen de mujer salvaje y sexual, no atreverme a probar lo lento, para que no nos piensen aburridas.
Siempre tener ese miedo del que irán a pensar y cómo el probar cosas nuevas irá a afectar el qué dirán, la imagen que tienen de mí.
El sexo de molde de galletas sería cuando actuamos de manera estándar para todo momento, toda persona, lo cual hace que se vuelva aburrido. Porque usar el mismo molde, sin espacio para cambiar o improvisar, sin meterle jugosidad, buscar explorar, hace una galleta estándar.
Y usar la receta estándar es una manera también de asegurarme que a todos les voy a gustar, y que nadie se va a quejar de mis locuras...
De mi propia receta.
Pero esa galleta de molde... No va a ser una galleta excepcional ni sobresaliente.
¿Qué pasa cuando me pongo a explorar, improvisar y me pongo creativa?
Puede ser caótico, si...
De ahí se aprende también.
Me puedo reír muchísimo... Si aprendo a reírme de lo que considero como un "salió mal" o un "fue un desastre". Puede ser MUY entretenido!
Que no haya temor de "hacerlo mal". Todas estamos experimentando. Todas estamos cada día aprendiendo a hacer galletas... En lo sexual... Y bueno, en la cocina también algunas jaja.
Atrevámonos. Y compartamos nuestras recetas. Entre todas podemos escribir un libro del mundo de las galletas, en vez de quedarnos con la misma que ya conocemos. Aprender de otras nos ofrece el regalo de otras PERSPECTIVAS, otras mentes creativas, otros caminos.
¿Qué hace la diferencia entre sexo e intimidad?
Sexo rápido o rutinario no requiere mucha intimidad. Es un orgasmo rápido o liberación. Suele ser intenso, no necesariamente íntimo. Es una manera de satisfacer los propios deseos sin mucha necesidad de conectar profundamente. No hay pensamiento puesto en ello. Las mismas viejas posiciones.
Pero cuando lo que nos mueve es la conexión con otra persona, la intimidad, el sexo se puede transformar en cualquier cosa. Un baile, un masaje, una meditación, sexo lento, sexo rápido, un juego de roles, una actuación, un escenario, se puede transformar en terapia, un lugar donde explorar tus temores, sentirte contenida y en confianza, hacer cosas que no te atreviste nunca antes. Impulsada por el amor de generar esa conexión. Y poder también aquí experimentar. Probar otras recetas. Sin moldes.
No es lo mismo una sesión de sexo agresivo o dominación y sumisión cuando no hay conexión, que cuando hay una profunda intimidad con el otro. El motor es distinto. Hay intimidad. Hay cuidado. Hay deseo de cuidar y ser cuidada. Hay confianza. Eso lo hace distinta.
Jamás es la forma en que la sexualidad se expresa.
Siempre es el deseo que nos impulsa.
No es el QUÉ hacemos ni CÓMO lo hacemos.
Es el DESDE DONDE lo hacemos. Desde qué intención entramos en ese espacio.
Cuando el motor es el AMOR y la intención real de conectar con el ser humano que hay del otro lado y con el ser humano que hay adentro mío, la real intimidad que supone desnudar más que sólo los cuerpos, transforma el sexo en...
El mundo de las infinitas posibilidades.
Y en todas esas posibilidades será Sagrado, serán Diosa y Dios, Shiva y Shakti, lo femenino y masculino manifestado en la Tierra fusionándose a través de éstos dos cuerpos humanos.
Muchas veces escucho personas enjuiciarse por la manera en que viven su sexualidad (Aquí yo, levanto la mano jaja). Hemos sido nosotras mismas las que nos hemos ido encasillando, encasillando a otros. Y llegamos a un punto sin darnos cuenta, en el que estamos llenas de tabúes.
¿Quién recuerda cómo comenzó su exploración en la sexualidad?
Yo era curiosa, creativa, todo me intrigaba, todo era un mundo nuevo. Quería probar algo y lo hacía sin cuestionarme mucho. No habían tantas voces en mi cabeza. Hablábamos muchísimo de sexo con mis amigas!
Y ahora como misma parte de esta sociedad hemos tomado tantas de esas voces. Hemos definido que hay cosas que sí y cosas que no.
Por eso buscamos esa INTIMIDAD. Ese espacio de vulnerabilidad en que puedo permitirme ser quien quiera ser en ese momento y sentirme segura con la otra persona. La intimidad es vulnerabilidad y cercanía. Es el intercambio de apertura mutua. Es la sensación que tienes cuando sabes que eres especial para alguien.
A mis ojos no veo tan diferente tener sexo casual con distintas personas con las que no tengo una intimidad real, o tener sexo rutinario y rápido con mi pareja como descarga. O viceversa. Sexo casual con personas con las que tenemos una conexión profunda ha llegado a ser aún más íntimo que al tener una pareja estable.
A nivel de intimidad, de sentirte segura, abierta y dispuesta a probar. A hablar. Compartir tus temores e inseguridades y no tener tanta presión de desempeñar.
O no tener esa presión de que el abrir tu corazón y compartir lo que vas sintiendo se transforme en un "cortar el flujo" o "romper el ambiente" o "ser mata pasiones".
El sexo es un microcosmos. Un microuniverso que representa toda nuestra vida. Y es un espacio que manifiesta todos nuestros temores e inseguridades, fortalezas y destrezas de manera inmediata. Más rápido que en cualquier otro ámbito. Y por lo tanto es el área perfecta para ayudarnos a crecer. En toda nuestra vida.
Si una pone el foco en transformar su sexualidad, puede transformar toda su vida.
Sus negocios, sus relaciones, sus finanzas, su comunicación, su maternidad...
La sexualidad es la herramienta perfecta, más accesible y más rápida, que nos muestra cuando estamos paradas exactamente sobre el palito que no queríamos pisar.
Y son exactamente los lugares donde no queremos entrar a probar y explorar, que es donde hay oportunidades de crecimiento esperando por nosotras.
Son obstáculos que nos invitan a saltarlos. Igual que si tenemos un obstáculo para avanzar en nuestro negocio o relación de pareja, hacemos todo lo posible por cruzarlo. Pero muchas veces la sexualidad queda relegada a último lugar.
Y destinada a ser lo que es.
A veces preferimos dejarla como está.
Así abrir la puerta a la exploración y el juego. Y las risas!
Tener claro que una sesión de sexo sucio, agresivo, abusivo, con fetiches, puede ser tan sanadora, tan íntima, tan transformadora para una pareja, si es que están haciéndolo desde el corazón y escuchándose a cada momento... Como puede haber una sesión de sexo lento y caricias, y velas y música romántica, sin ninguna conexión ni intimidad real.
Cuando una entra al sexo for la forma y no por la intención, llega a la otra persona a su forma y no a su contenido.
La habilidad para leer a tu pareja es un regalo que desarrollamos en nuestras relaciones. Esta habilidad te llevará de chef de galletas común a una chef premium.
Es así de simple.

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