top of page

SEGUIR AMANDO DESPUÉS DE TERMINAR UNA RELACIÓN

  • Feña
  • 7 may 2020
  • 4 Min. de lectura

Tal vez te suena familiar el "quiero que esto se me pase rápido" después de terminar?


A mí sí...


Ya sea llevemos esperando 2 semanas, 6 meses o 4 años, a veces se hace eterno. Y yo necesitaba entender el para qué de todo este proceso.


Aunque sea incómodo terminar una relación con alguien, el sentido de ese camino es hermoso y transformador cuando logramos abrazarlo.


Cuando ponemos la mirada en lo mucho que aún somos capaces de amar y no en el dolor, no en la distancia o en la indiferencia, si no en esa capacidad tuya de mantener el corazón abierto (aunque intentes desesperadamente lo contrario) y seguir amando incondicionalmente a una persona que no te está devolviendo su amor o no en la misma medida, o que te hizo sufrir o que simplemente decidieron terminar su historia porque sus caminos tomaron rutas distintas.


Tantas veces ponemos en el otro la capacidad de hacernos sentir increíble, en ese estado de enamoramiento en que nos sentimos capaces de todo, y no nos hacemos responsables de que toda esa capacidad... es nuestra.


Ellos sólo estuvieron de paso, como maestros. Vinieron como mensajeros para mostrarnos cuanto somos capaces de amar, de dar incondicionalmente, de transformarnos y dejar de lado nuestro ego para ser mejores personas y aprender a crecer al lado de un otro.


Y en el momento que ese mensajero desaparece, nos sentimos desamparadas. ¿Y ahora quién me va a hacer sentir así? ¿Quién me va a enseñar tanto?


Nos contamos el cuento que va a ser difícil conocer a alguien así de nuevo, que nadie más nos va a hacer sentir de esa manera.

Yo siento que la mayor parte del dolor es esa angustia de pensar que nunca más vamos a ser capaces de amar así, de experimentar el vivir en ese estado de entrega absoluta.


Y lo que nunca nos enseñaron es que eso ya quedó en nosotras. No hay manera de olvidarlo. Está integrado en nuestras células y en nuestra energía. Y eso lo podemos despertar cuando queramos y con quien nosotras elijamos.


Darte cuenta que esa capacidad de amar,


¡Es TUYA!


Tu eres dueña de esa sensación.


Es tu REGALO.


Cuando ese alguien ya no está, es muy fácil caer en rincones oscuros de la mente buscando excusas para olvidar más rápido. Motivos de porqué estaba destinado a no ser, de porqué estás mejor sin él o de porqué no te merece. Encontrarle el lado malo que valide tu pena.


Excusas, vamos a encontrar millones...


Y muchas de ellas serán intentos de tirar para abajo al otro y así sentirnos mejor.


Porque no nos suena sensato un sentimiento "negativo", como la pena, con un pensamiento de cariño. O un pensamiento de rabia y a la vez sentir aún algo bonito por el otro.


No nos hace sentido...


Y lo sin sentido es incómodo. Porque nunca hemos entrado ahí.


Y creo que todas sabemos cuando caemos en ese juego mental, que hay una pequeña vocesita que nos negamos a escuchar como sea, porque nos dice:


"Eso no es totalmente verdad, y tu lo sabes", "Estás dolida, pero sabes, que en algún sentido, él fue maravilloso"


Sea en el aspecto que sea. Un gran compañero, un gran padre para tus hijos, un gran amigo, un gran amante o un gran maestro en tu vida.


Por algo no podemos dejarlo ir tan fácilmente.


Y cuando intentamos una y otra vez nublar y borrar todo ese cariño que sentimos por esa persona de manera forzada por nuestra mente, aún sabiendo que nuestro corazón sabe la verdad, sólo conseguimos un alivio temporal...

Porque ese CARIÑO, es el mayor regalo que nos han dejado<3


Y cerrar el ciclo se hace tan largo porque resistimos y luchamos un proceso natural. Porque intentamos apurarlo desconectando nuestra mente de nuestros sentimientos y no nos hacemos cargo de las emociones que están vivas.


Porque no es lo que queremos sentir.


Y lo entiendo. Duele. Da pena. Da rabia.


No nos hace sentido racionalmente... ¿Cómo voy a seguir recordando con cariño, viendo lo bueno, si me hizo daño, o me dejó o no funcionó? O sea cual sea la historia que cargamos con nosotras. ¿Cómo agradecer lo que me quedó si me duele tanto?


El día que podamos entrar totalmente en esa pena, en ese pesar, en esa rabia, y sentirla... No intentar cubrirla con ningún pensamiento.

Simplemente abrazarla.

Alinear la mente con lo que hay en el corazón y no al revés.


Y agradecerles por estar ahí. Porque tienen un propósito. Abrazar todo lo que él vino a mostrarte que tu eras capaz.

Y en esta pena y dolor, reconocer lo que quedó....


Que eres TU.


Transformada con esa infinita capacidad de amar, de cuidar a otro, de compartir tu corazón.


Recuerda que ellos fueron nuestros mensajeros... Nuestros queridos mensajeros


Recuerda que ese regalo ya lo llevas contigo, siempre, vayas donde vayas, estés con quien estés.


Y todo eso te pertenece...


Y hasta que no lo hagas totalmente tuyo, seguirá el proceso.


Y si eres de esas mujeres que se abrió a amar con la infinitud de su corazón alguna vez, eres un regalo para este mundo.


Y hermana, agradezco con todo mi corazón tu existencia.



Comments


Suscribirse

  • Facebook icono social
bottom of page