El miedo a no ser reconocida
- Feña
- 7 may 2020
- 3 Min. de lectura
Quiero compartirme con ustedes...
Para todas están siendo días intensos, con todos sus matices y tal vez muchas claridades también. Yo he tocado el cielo, y a la vez he ido muy muy profundo a encontrarme con grandes sombras.
En tiempos así se manifiestan muchos miedos y preocupaciones relacionados con los primeros chakras, los que nos traen la seguridad física y social en esta vida, antes incluso de ponernos a pensar en la espiritualidad y realización personal.
Primer chakra, Muladhara: Alimento, salud, techo (Miedo relacionado a la supervivencia).
Segundo chakra, Svadisthana: Placer, reconocimiento, emociones (miedo relacionado a no pertenecer).
Sintiendo que estos días tenían que ser una oportunidad para trabajar en mis proyectos, fui muy hondo entrando sin darme cuenta en espirales y cadenas de miedo, y miedo a tener miedo, y miedo a atraer miedo si pensaba en miedo, y así.
Una locura.
Como cuando se te enreda la lana y tratas de desenredarla tirando para todos lados a ver si por algún lado se suelta algo, sólo para darme cuenta que la raíz principal de la mayoría de mis miedos es no ser reconocida por mis pares... ¡por ustedes! La tribu humana...
Darme cuenta cuantos pensamientos dedico que giran directa o indirectamente en torno a otros y otras, que ni siquiera saben que son parte de mis temores (suena hasta insólito)
¿Ustedes sabían que me asusta lo que ustedes puedan pensar al leer esto? Ni yo lo sabía.
Éstos días han servido para darme cuenta de qué tan seguido transformo en mi mente a la gente que me rodea en mi mayor temor, como si todos estuvieran esperando mi próximo movimiento para aprobarlo o criticarlo, cuando en realidad, desde mi propia experiencia, casi el 100% de la atención de cada persona está puesta en ellos mismos la mayor parte del día, nadie está ocupando su tiempo en esperar para juzgar y criticar a otros (salvo excepciones).
Es insólito este miedo que nace de este centro, que muchas veces guía lo que nos permitimos hacer o lo que no, o que tan lejos nos permitimos ir, o que tan extravagantes nos permitimos ser.
Trayendo luz a este pensamiento, sintiéndome liberada, libre de poder ponerlo en palabras y compartirlo, reconocerlo abiertamente y poder decir: Que mi mente va a lugares oscuros al escribir desde las profundidades de la mente y el corazón, pensando en lo que podrían pensar. Cosa que no pasa si me pongo a escribir sobre un tema y a compartir información...
Pero tengo que hacerlo, es un solo acto que engloba todos mis miedos juntos y es exactamente lo que quiero, a lo que aspiro, poder ser siempre real, vulnerable y auténtica con lo que soy en todo momento y con toda persona. No intentar ser como nadie más, no buscar ser más fuerte de lo que realmente soy, no buscar aparentar que sé cosas que en realidad no sé. Todos los días estamos creciendo y eso no nos hace estar incompletas o continuamente en proceso. Nos hace seres increíblemente completas y cada día en expansión, multiplicando esa completitud, añadiendo nuevas magias y colores a nuestra vida.
Darme cuenta al abrir esta puerta de cuantas personas tienen temores similares y buscamos ocultarlos tanto que a veces nos llegamos a sentir solos. Hoy puedo decir que mientras más me abro a compartir lo que me limita, más cerquita siento a mi gente, más rápido desaparecen esos cucos y más siento que puedo normalizarlo.
Empezar a acompañarnos en ese espacio, a hacerlo cotidiano, a mostrar nuestras yayitas (talon de aquiles) y a abrazarnos en esas sombras. Celebrarnos. Celebrar a la hermana de al lado cuando descubre un pensamiento estresante que quiere dejar ir. Es el camino más sanador que existe.
Si nos damos cuenta, el reconocimiento y la aprobación llegan por las cosas que hacemos, pero el amor... llega solamente por ser como somos, y eso incluye el lado B, la otra cara de nuestra moneda, la que se enoja, la que tiene pena, la que está celosa, la que a veces está confundida y pierde el propósito... La que es humana...
Que empecemos a celebrarnos cuando desmantelamos un miedo! Poder decirle con toda la alegría: "Te descubrí!" Como si fuera un juego en el que todos somos parte, cada uno con distintos programas y creencias, aunque todos haciendonos cargo de quien queremos ser... Juntos...
En compañía de la tribu

コメント